
Mi madre...
"Mi madre y yo nunca tuvimos la mejor relación. Tuvimos muchos desacuerdos, peleamos mucho y a veces simplemente escogíamos ignorarnos. Pero una cosa sobre mi madre que siempre odié admitir es que casi siempre tiene la razón y me quema la piel ser honesta al respecto. Después de que se mudó este último verano, supe que las cosas serían distintas, pero no esperé que fuesen como son ahora. Esta carta es para mi mami tan lejos de donde estoy.
Querida mamá:
Te extraño y honestamente odio decirlo porque eres muy molesta. Haces cosas raras todo el tiempo y la mayor parte de las veces no puedo soportarlo. Estás loca y eres escandalosa y siempre tienes que hacerte cargo de todo. Haces lo que sea que tengas que hacer para que los demás a tu alrededor sean felices. Tus cejas siempre se ven bien porque siempre estás seria. Lo más temeroso es que soy justo como tú en todas las formas.
A veces soy tanto como tú que me asusta. Me enseñaste que está bien estar loca y ser escandalosa porque si así soy, debo aceptarlo y no esconderlo. Me enseñaste que hacerme cargo de las cosas es algo que debo querer para asegurarme de que las cosas se hagan bien. Me enseñaste que si te ves bien, te sentirás bien y si mis cejas están lindas pues me sentiré genial.
Y mamá, me enseñaste algo muy importante: Me enseñaste cómo hacer a las personas felices. En mis dieciséis años en esta tierra te he visto hacer de todo por las personas a quien ama
Así que gracias mamá porque sé que no fue fácil. Cada vez que hago algo por alguien más pienso en ti y mi aprecio por ti sólo crece como la temperatura en un sauna.
Te amo mamá. No pensé que el colegio iba a ser tan difícil sin tí. Ya no puedo montarme en tu cama cuando estoy triste y eso ha sido muy difícil. Pero definitivamente te veré pronto y no puedo esperar para que me des mi abrazo.”
por:Vanessa Carrasquilla
UN AMOR UNICO E INOLVIDABLE
Nunca supe que era tener un padre y una madre juntos, pues tuve una infancia alejada de ellos o en algunas ocasiones eso parecía. Desde que abrí mis pequeños ojos por primera vez, aquel 25 de julio del año 2001. En aquel lugar que nunca había visto, un lugar con un olor a calcetines viejos y donde hacia un frio, ese que hacía que templara de los pies a la cabeza, ese lugar que cada vez me asombraba más y más.
Y fue allí donde por primera vez conocí a mi primer amor, un hombre alto, blanco, de ojos claros, cabello castaño y con una sonrisa encantadora, esa sonrisa que aún recuerdo y esa que me deslumbro. También recuerdo ese olor que al estar entre sus brazos me fascinaba, con solo estar cerca de él me sentía como si estuviera fuera de este mundo, ese olor que me llevaba a un lugar maravilloso , era como un sueño del que no quería despertar .
No quería separarme de el en ningún momento, con él quería estar todo el tiempo pero todo es todo, incluso iba al baño con él. Era un amor tan incondicional que ni durmiendo lo soltaba, es más aún recuerdo la ves que no quería dormir porque él no se encontraba conmigo, llore y llore toda la noche hasta que por fin me dormí. Ese día no deje dormir a nadie, hasta los vecinos se quejaban, pero yo que culpa era una criatura inocente que no era consciente de lo que estaba sucediendo.
Al pasar del tiempo fui creciendo y con esto me fui dando cuenta aquel que llama mi primer amor era mi padre, ese que siempre estuvo desde que yo era una bebe, aquel compañero de aventuras y de momentos vividos cuando ni siquiera tenía conciencia de lo que hacía.
Hasta ahí llego todo lo conocía como felicidad y desde ese momento todo cambio, los días coloridos se volvieron oscuros y grises en los cuales ya todo era distinto y desagradable no me sentía esa misma niña de antes. Todo esto empieza a suceder porque mis padres decidieron separarse, desde eso ya casi no veía a papá, ni siquiera a mamá ya no vivía con ellos estaba cada vez más alejada de ellos ni el primer día de clases me acompañaron, me sentí mal al ver todos mis compañeros llegar a la escuela con sus padres y yo solo con mi abuelo mientras quería estar era con mis padres y de pronto un día me fui a vivir con mamá y un señor que para mí en esos tiempos era un total desconocido.
Pero esto no lo es todo, nos fuimos a vivir lejos, ya solo veia a papá muy pocas veces cada dos años e incluso más de dos años ya nada era igual, a pesar de que tenía una familia siempre seguía pensando y extrañado a papá incluso habían días en los que quería salir corriendo a verlo, y esos días en que más melancólica estaba ni siquiera quería comer o ir a estudiar lo único que quería era ver y estar con papá.
A pesar de estar lejos nunca eh dejado ni dejare de extrañar a papá aún recuerdo esos bellos momentos que pase junto a el mientras yo era una pequeña niña y ahora que e crecido no lo veo como mi primer amor pero si lo veo como mi héroe y un gran ejemplo a seguir.
Por: Tatiana Maestre

